Por ese motivo, a pesar de las ayudas aprobadas y que están dotadas con un presupuesto de 50 millones de euros, prevén la posibilidad de que en la práctica sólo grandes empresas y multinacionales puedan acogerse a las mismas, teniendo en cuenta que sólo se admitirán aquellas solicitudes que supongan para la empresa solicitante renovar una flota mínima de 25 vehículos ligeros.

Por su parte, para FENADISMER, estas ayudas denotan un desconocimiento absoluto de la realidad del sector del transporte ligero en España, conformado en su mayoría por autónomos y microempresas. De hecho, de los cerca de 35.000 autónomos y empresas que operan en España en este segmento del transporte, el 89,6 % son titulares de un máximo de dos vehículos de transporte, frente a las empresas que cuentan con una flota de más de 20 vehículos, que sólo representan el 0,2 % del total.

Asimismo, todo esto resulta incongruente con las exigencias de renovación de las flotas de transporte que acceden a los núcleos urbanos y que en los últimos años vienen planteando las diferentes administraciones tanto a nivel nacional como local, con el abastecimiento de zonas de bajas emisiones y otras medidas de acoso a la labor que diariamente hacen los vehículos de reparto de mercancías en los centros de las ciudades, que después contrasta con estas convocatorias de ayudas en las que se deja fuera a la práctica totalidad de los transportistas que prestan dichos servicios esenciales para el abastecimiento de la población.

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