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Hacer frente al invierno

Reportajes Escrito por  Miércoles, 05 Febrero 2014 23:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0
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Durante el invierno, las condiciones climatológicas nos pueden complicar y mucho nuestro día a día en la carretera. No está de más que tomemos algunas medidas que pueden evitarnos algún que otro disgusto.

Llega el invierno y con él el frío, la lluvia, la nieve…, fenómenos meteorológicos que complican el día a día del transporte de mercancías por carretera, y en mayor medida si vamos al volante de un vehículo pesado. Con el mal tiempo, conceptos básicos para la circular por las vías públicas como distancia de seguridad, adecuación de la velocidad al estado de la vía y de la circulación, visibilidad, anticipación, etc., que en situaciones normales tienen ya una gran relevancia si queremos desplazarnos con unas condiciones de seguridad óptimas, cobran ahora con el mal tiempo una mayor importancia si cabe.

También es importante el estado del vehículo, especialmente el de los neumáticos, que como punto de unión con la carretera, deben encontrarse en unas condiciones de uso que nos permitan circular con tranquilidad. No menos importante es el cuidado y mantenimiento de todos los elementos relacionados con la visibilidad, en el sentido más amplio del término aplicado a la circulación por carreteras: los que nos ayuda a ver mejor, pero también los que hacen posible que el resto de los usuarios nos vean con la suficiente antelación como para reaccionar frente a nuestra presencia.

Y, por supuesto, no debemos olvidarnos de nosotros mismos: ropa adecuada, que debe incluir guantes y calzado adecuado por si tenemos que salir a la intemperie a solucionar algún problemilla, provisiones… y algún pasatiempo que nos ayude a entretener la espera si nos vemos obligados a esperar que el temporal amaine. No dejéis de echarle un vistazo a las siguientes recomendaciones, que confiamos os ayudarán a sobrellevar lo mejor posible los rigores del invernales.

Viento

Viento: de camión a bergantín

Riesgos: desplazamiento lateral y el vuelco, peligros que se incrementan cuando es racheado.

Como medidas de precaución:

  • Reducir la velocidad y no circular utilizando marchas excesivamente largas.
  • Sujetar firmemente el volante para corregir las desviaciones que se pueden producir cuando se pasa de una zona protegida, como un talud, un grupo de árboles o a la salida de un túnel, a una desprotegida, o viceversa, ya que el golpe de viento o el cese repentino de la fuerza que ejerce el mismo puede provocar un movimiento brusco del vehículo.
  • En zonas en las que son habituales las rachas fuertes de viento, como el Delta del Ebro, en Tarragona, si vamos con un semi de lonas vacío y notamos que el aire nos zarandea, lo mejor es recoger la lona para que ésta no haga de “vela”.

Lluvia

Lluvia: planeando sobre el asfalto

Riesgos: pérdida de adherencia de los neumáticos y de la visibilidad en caso de tormentas intensas, alargamiento de la distancia de frenada, cansancio en los ojos. Cuando empieza a llover ya empieza el peligro, ya que las primeras gotas se mezclan con las sustancias que impregnan la superficie de la calzada creando una película que puede hacer que la distancia de frenado se multiplique por dos.

Como medidas de precaución:

  • Incrementar la distancia de seguridad y reducir la velocidad en función de la intensidad de la lluvia.
  • Efectuar toques cortes y suaves con el freno para eliminar la humedad en las zonas de contacto, ya que puede perjudicar su eficacia si nos vemos en un apuro.
  • Encender las luces, incluso las antiniebla, si llueve con mucha intensidad, tanto para ver nosotros como para que nos vean.
  • Incrementar la frecuencia de los descansos para dejar descansar a los ojos. La lluvia intensa y el movimiento de los limpiaparabrisas hacen que la vista se canse antes. Para perder el menor tiempo posible y también descansar de vez en cuando, podemos recurrir a fraccionar las pausas.

Frente al acquaplanning

Cuando los canales que forma el dibujo de un neumático no son capaces de expulsar el agua que se recoge al rodar, se forma una película entre la goma y el asfalto y el vehículo se hace ingobernable.

La película de agua a presión tiene la fuerza suficiente para empujar las ruedas hacia arriba por lo que el vehículo patina y se pierde totalmente la dirección y el control del vehículo. En los vehículos de transporte de mercancías, por su peso, el acquaplanning es un fenómeno poco frecuente, pero no se debe bajar la guardia.

Por qué se produce:

  • Por la acumulación de agua sobre el asfalto.
  • Por llevar los neumáticos desgastados, con poco o ningún dibujo.
  • Por llevar los neumáticos con poca presión.
  • Por circular demasiado deprisa.

Qué hacer:

  • Sujetar fuertemente el volante
  • Levantar con suavidad el pie del acelerador.
  • No frenar.
  • Esperar a que el vehículo recupere la adherencia antes de mover el volante.

Niebla

Niebla: ¿…y la carretera?

El peligro principal es la disminución de la visibilidad y no debe subestimarse la fatiga visual que provoca conducir durante mucho tiempo bajo una niebla densa.

Como cuando la lluvia es muy intensa, debemos considerar la posibilidad de realizar alguna parada extra para darle un pequeño descanso a los ojos.

Las precauciones básicas:

  • Encender las luces, reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y no adelantar.
  • Las líneas longitudinales serán nuestra referencia.
  • Deberemos accionar el limpiaparabrisas con regularidad y activar la ventilación del vehículo en cuanto notemos que las lunas se empañan.

Hielo

Hielo: patinar sin patines

El hielo puede provocar la pérdida total de la adherencia, multiplicándose por 10 la distancia de frenado.

Precauciones:

  • Con el firme muy deslizante, se debe actuar sobre el volante, el acelerador y el freno con mucha suavidad y engranar la marcha más alta posible, también al iniciar la marcha.
  • Para frenar, lo mejor es utilizar el motor como freno reduciendo de marcha.
  • En las curvas, no hay que tocar el freno ni el embrague, conviene girar el volante y acelerar suavemente.

En caso de pérdida de control, debe levantarse suavemente el pie del acelerador y dirigir el volante hacia el lado a donde se vaya la parte trasera del vehículo.

Nieve

Nieve: peligro blanco

Los peligros son parecidos a los del Riesgos: pérdida de adherencia de los neumáticos (y de la visibilidad en caso de tormentas intensas) y alargamiento de la distancia de frenada.

Recomendaciones:

  • Al circular sobre nieve, lo mejor es que todos los neumáticos, en la medida de lo posible, rueden sobre terreno en las mismas condiciones.
  • Las rodadas dejadas por otros vehículos deben evitarse si en las mismas hay hielo.
  • En llano y en pendientes ascendentes se debe engranar la marcha más alta posible y llevar el motor lo menos revolucionado posible.
  • En las pendientes descendentes se debe ir con marchas cortas para evitar “tocar” el freno.
  • Para arrancar sobre nieve, lo mejor es poner las ruedas rectas, colocar la marcha más alta posible, soltar muy despacio el embrague y no mover la dirección hasta que el vehículo esté en movimiento.
  • Al aparcar, no se debe activar el freno de mano para evitar que las pastillas se peguen al disco por congelación. Es preferible colocar un calzo y dejar una marcha engranada.
  • También es recomendable levantar los limpiaparabrisas ya que el peso de la nieve los puede averiar.

Cuidado con el retárder

Con firmes deslizantes, conviene desactivar los automatismos del sistema de frenado vinculados a ayudas auxiliares como el retárder, que sólo actúa sobre el eje de tracción. Si entra en acción de una bajada, puede provocar un desequilibrio en el movimiento general del vehículo y desencadenar una “tijera”. En los vehículos modernos con ABS y EBS, estas ayudas desconectan el retárder si detectan que vamos a hacer la “tijera”. Con lluvia, nieve o hielo es más aconsejable recurrir al freno de servicio, siempre con prudencia, porque trabaja sobre todas las ruedas.

Mantenimiento

Un poco de mantenimiento

Batería

La batería por lo general no avisa. Por eso, antes de que apriete el invierno conviene asegurarse de cuál es su estado, ya que se hace un uso más intenso de este elemento. En los talleres disponen de unos comprobadores que además de mostrar el nivel de carga de la batería, nos informan de si funciona adecuadamente. Si utilizamos baterías con mantenimiento, conviene revisar el nivel del agua, aunque por lo general, cuando pueden dar problemas por esta cuestión es en verano.

Circuito de refrigeración

El líquido del circuito de refrigeración no tiene una vida ilimitada, así que debemos tener en cuenta la última vez que lo cambiamos. Y si vamos a salir de ruta hacia el norte de Europa, conviene utilizar uno que soporte las temperaturas extremas a las que se puede llegar en esas latitudes.

Por otra parte, con el frío los manguitos pueden “encoger”, por lo que no está de más echarles un vistazo, por si hace falta apretarlos un poco para evitar pérdidas.

Limpiaparabrisas

Conviene revisar su estado y limpiarlos antes de que nos pille un buen chaparrón, porque si los usamos estando sucios, van a repartir esa suciedad por el parabrisas en lugar de limpiarlo. También hay que asegurarse de que llevamos el depósito del agua lleno y si vamos a lugares muy fríos, rellenarlo con algún producto específico para evitar que se congele.

Luces y visibilidad

En invierno hay menos horas de luz y los días con condiciones climatológicas adversas son más numerosos. Por eso cobra mayor importancia la máxima de ver y ser vistos. No está de más darse una vuelta en torno al vehículo y comprobar que llevamos todas las bombillas de los faros en buen estado y limpiar las ópticas antes de iniciar la marcha. También verificaremos que los retrovisores exteriores no están cubiertos de agua o empañados. Y para no perjudicar la seguridad de los demás vehículos mantendremos las faldillas de nuestro camión en buen estado.

Al volante

Una de las primeras recomendaciones que se puede hacer para tener un buen ambiente en la cabina durante la conducción es la referida a la temperatura: se considera que tanto en verano como en invierno, la temperatura ideal para conducir está entre los 20 y los 22ºC. Mantener una temperatura superior en la cabina puede producirnos fatiga y somnolencia, afectando a nuestra capacidad de atención sobre la circulación y de reacción frente a situaciones imprevistas.

Anticipación

El conductor de un vehículo siempre debe estar preparado para reaccionar ante cualquier imprevisto que se produzca a su alrededor, y si las condiciones meteorológicas son malas, estos imprevistos es más probable que se produzcan y también suelen ser bastante peligrosos. Para prevenir estas situaciones de riesgo o limitar sus efectos es fundamental la anticipación: observar el entorno, fijando la atención lo más lejos posible, ya que la visión periférica nos permite “ver sin mirar” la zona que queda dentro de nuestro campo visual y apreciaremos los movimientos que se produzcan dentro del mismo. Por otra parte, debemos advertir con antelación las maniobras que vayamos a realizar y efectuarlas evitando las brusquedades y las indecisiones.

Con la anticipación ganamos tiempo y espacio de reacción, para lo que es muy importante, entre otras cuestiones, pensar de forma desconfiada frente a las posibles acciones de otros conductores o peatones, o prestar una atención especial en cruces e incorporaciones.

Neumáticos

Neumáticos: asegurarse un buen calzado

Los neumáticos son un elemento clave para nuestra seguridad en cualquier situación, pero mucho más con climatología adversa. Por eso resulta fundamental:

  • Llevar la presión correcta para contar con una buena adherencia (y de paso conseguir el consumo de combustible más ajustado y alargar su vida útil).
  • Contar con un buen dibujo en la banda de rodadura, que es el responsable de evacuar el agua y de que se mantenga el neumático en contacto con el suelo.

Por otra parte, en algunos países europeos, si hay nieve en la carretera, solo dejan circular a vehículos provistos con neumáticos de invierno y algunos del norte, es obligatorio llevarlos durante la temporada invernal. Los neumáticos de invierno, además de llevar un dibujo especial para ganar en adherencia, en su fabricación se utilizan compuestos de caucho que ofrecen un mejor rendimiento a bajas temperaturas, normalmente por debajo de los 7-5ºC. Las prestaciones de los neumáticos de verano comienzan a descender a partir de esta temperatura; es decir, sólo con el frío, sin necesidad de que haya agua o nieve, sus prestaciones se ven disminuidas. Con nieve, la distancia de frenado de un neumático normal frente a uno de invierno puede ser incrementarse en más de 35 metros.

Diferentes marcajes

En relación con la adherencia en firmes deslizantes, podemos hablar de tres niveles.

  • Neumáticos M+S. Este marcaje viene de las palabras inglesas “Mud and Snow”, barro y nieve, y se refiere al diseño de la banda de rodadura del neumático, que generalmente tiene ranuras bien marcadas y los bloques de goma están más separados que los de los neumáticos estándar. Pero un neumático se puede identificar con esta marca sin que tenga que superar ningún tipo de prueba sobre nieve. Suelen ser neumáticos para toda estación, adecuados para todo el año, por lo que su rendimiento no es tan alto como los neumáticos de verano cuando hace calor o como los de invierno cuando hace frío.
  • 3 Peaks Mountain Snow Flake. Se puede traducir por algo así como Montaña de tres picos y copo de nieve, que es la marca que identifica a estos neumáticos. Algunos fabricantes están introduciendo en el mercado cubiertas, que se sin ser de invierno “puros”, cuentan con este marcaje, que sí garantiza que han superado unas pruebas concretas en nieve, por lo que ofrecen una mejor motricidad sobre carreteras nevadas o con mala adherencia por la climatología.
  • Neumáticos de invierno. Las cubiertas encuadradas en las gamas de invierno, lucen el mismo símbolo de la montaña y el copo de nieve, pero superan a los anteriores en prestaciones frente al frío y las inclemencias meteorológicas.

Revista Truck

Este artículo, completo
publicado en la revista Truck

Numero 76 - diciembre 2013

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Javier Pedroche

Director de la Revista Truck y Editor de Editorial Primera Línea es el jurado en España del TRUCK OF THE YEAR y del VAN OF THE YEAR

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