Este nuevo centro se está construyendo debido a la obligación de cada fabricante de registrar el consumo de sus vehículos según el estándar WLTP.

Como resultado de esto, la marca alemana ha invertido seis millones de euros en este edificio.

“El nuevo edificio y el equipamiento de último modelo instalado en él, nos permitirá reproducir el test requerido con una gran precisión”, explica Metin Karsak, manager del centro.

Además de las bancadas como componente clave en el nuevo edificio, también se encontrará las estación de control desde donde se monitorizarán todas las fases y los ciclos de las pruebas.

Dentro de una habitación especialmente limpia, los gases del vehículo se probarán y se pesarán y unas básculas especiales antvibración, con una precisión de 0.001 miligramos. Además, la presión de tres hectopascales en esa habitación también prevendrá de la penetración de posibles agentes externos, como polvo. La temperatura de esa estancia será de 22 grados con una humedad del 45%.