En Austria, cerca de 1.5000 volquetes son fabricados cada año en las dos plantas de Waidhofen y Asten. Eso supone un retorno de casi 33 millones de euros anuales, con tendencias alcistas. Sin embargo la capacidad de las dos plantas están alcanzando su límite, y los retos logísticos entre ellas son cada vez más grandes pues se encuentran separadas por 65 kilómetros.

Gracias al próspero negocio, y la necesidad de seguir creciendo, la expansión del producto era cada vez más necesaria. De ahí, que la Dirección de la empresa haya decidido ampliarse y concentrar toda la producción en un solo punto.

La nueva localización en Oed-Öhling se encuentra en un punto intermedio entre las otras dos fábricas, y cuenta con cerca de 6 hectáreas, al lado de la salida a la autopista de Viena.

Cuenta con una oficina y un edificio de producción de más de 12.000 metros cuadrados, donde 85 empleados de Waidhofen y 35 de Asten encontrarán un nuevo lugar de trabajo. Un total de 22 millones serán invertidos en la nueva planta, que estará lista a finales de 2019.

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