Furgoneta eléctrica Mercedes-Benz eSprinter
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Stuttgart-Munich ida y vuelta en una eSprinter con una sola carga de batería
Un vehículo de preproducción del nuevo Mercedes-Benz eSprinter completa una prueba de conducción especial.
Con una sola carga de la batería y sin recargar, la ruta fue desde el Museo Mercedes-Benz de Stuttgart hasta el aeropuerto de Múnich y de vuelta. Esto corresponde a una distancia de 475 kilómetros con un consumo de energía de 21,9 kWh por cada 100 kilómetros. Y ello a pesar de que la ruta es extremadamente exigente en cuanto al consumo de combustible debido a la elevada proporción de autopistas y a la subida al Jura de Suabia.
El nuevo Mercedes-Benz eSprinter, que se lanzará al mercado con tres tamaños de batería diferentes, montaba la mayor de las tres variantes. Además, con vistas a una configuración práctica del vehículo para su uso en el CEP (servicio de mensajería, express, paquetería), se seleccionó un eSprinter extra largo con un techo alto para la demostración.
La prueba de conducción
Para crear las condiciones reales de un reparto exprés entre Stuttgart y Múnich, el trayecto no se realizó en una pista de pruebas cerrada, ni mucho menos en un banco de pruebas, sino en el tráfico urbano, así como en carreteras federales y autopistas. Tampoco se optimizó la topografía; por ejemplo, la subida al Jura de Suabia se dejó deliberadamente en la ruta. Un inspector de TÜV Süd se sentó en el asiento del copiloto junto al conductor de Mercedes-Benz durante toda la prueba. Como organización de pruebas neutral, TÜV Süd certifica que el consumo de 21,9 kWh por cada 100 kilómetros alcanzado en este viaje de prueba de Stuttgart a Múnich y vuelta, según el cuadro de instrumentos, se logró con una sola carga de la batería y que el vehículo estaba en orden.
La ruta
Para recrear una aplicación típica de la industria CEP, el trayecto partió del Museo Mercedes-Benz directamente en la planta de Mercedes-Benz en Untertürkheim por la B10 en dirección a Göppingen y hasta Ulm. Allí se cambió a la autopista. La ruta les llevó al aeropuerto de Múnich por la A8 y por la A99. A continuación, el viaje continuó por la autopista de vuelta a Stuttgart, donde en el cruce de Wendlinger Kreuz el trayecto volvió al Museo Mercedes-Benz por la B313 y la B10. La longitud de la ruta fue de 475 kilómetros, con el tramo más bajo a 210 metros sobre el nivel del mar y el más alto a 785 metros. Al llegar, el cuadro de instrumentos mostraba una autonomía restante de unos 20 kilómetros más.
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