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“BALTA” Carbajosa García: Recogiendo y cuidando el oro blanco “BALTA” Carbajosa García: Recogiendo y cuidando el oro blanco Camion Actualidad

“BALTA” Carbajosa García: Recogiendo y cuidando el oro blanco

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Se trata de uno de los alimentos más completos y necesarios para la nutrición y el desarrollo humano. La precisamos desde el mismo momento de nuestro nacimiento y seguimos dependiendo de ella hasta el final de nuestros días.

Hablo lógicamente de la leche. Y esta es la historia de Baltasar Carbajosa García, uno de los esforzados transportistas que día sí y día también hacen posible que la leche esté en nuestras mesas.

A estas alturas de la historia resulta meridianamente claro que nuestro oficio, nuestra profesión, en resumen, el transporte por carretera es ya mucho más que un mero servicio a la comunidad, mucho más que un negocio donde los intereses crematísticos primen por encima de otros, como lo son la voluntad de progresar y en definitiva de que la sociedad tenga un confort y una calidad de vida nunca logrados por el hombre.

Y ello no es debido a la casualidad, sino a muchos factores que han posibilitado que el transporte sea el medio elegido por esa sociedad a la que sirve. Podemos encargar a un camión que haga las labores y los trabajos más exigentes y variados que a buen seguro se encontrará una solución al problema. Este es el caso de la recogida y transporte de leche fresca. Un segmento no muy conocido de la profesión en el que hombres y máquinas realizan una misión callada y discreta, pero al mismo tiempo efectiva y acorde a los parámetros y la satisfacción de cara a los clientes y de calidad sanitaria y medioambiental.

Herencia de lechero

Para poder descubrir todas las peculiaridades y los entresijos de este específico nicho del transporte, no hay mejor estrategia que subirte a uno de estos camiones y salir a recoger con un joven, pero veterano “lechero” como lo es Baltasar Carbajosa García, “Balta” para los amigos. Como dice el viejo refrán castellano “de casta le viene al galgo”, nuestro amigo ha recibido el legado “lechero” de su abuelo, el señor Ehivo que en su época fabricaba quesos de oveja, trasmitiendo a su hijo y más tarde a su nieto, el amor por este oficio de la recogida de leche. Los derroteros profesionales de Balta, iban encaminados hacia la historia del arte. Pero pronto decide cambiar los libros por el volante de una cuba y decide colaborar con su padre en la recogida de leche.

Con la ayuda familiar, sobre todo de sus suegros, compra un “Volvito” de tres ejes e inicia en 2003 esta peculiar carrera al servicio fábricas de quesos, en especial para Manzer, ubicada en el pueblecito leonés de Valderas. Para Balta y después de casi veinte años de relación ininterrumpida, “trabajar para Manzer es como estar en casa. Te sientes protegido pero es una relación de confianza y de fidelidad recíprocas basada en la profesionalidad por ambas partes”, me comenta Balta orgulloso y satisfecho.

Con el paso del tiempo las necesidades de la empresa han ido creciendo y de aquel modesto tres ejes llegamos a día de hoy con tres conjuntos articulados, traccionados por sendos e impolutos Daf XF, más un gran rígido Man 8x2. Cuenta con tres semirremolques cisterna, dos con sistema de recogida y otra para el transporte. Cuentan con todos los adelantos y requerimientos técnicos para este tipo de transporte, además de un ingenioso sistema de aireación y trasvase de los compartimentos “made in Balta”, del que la empresa constructora ha tomado buena nota. La empresa familiar, ubicada en la noble ciudad de Medina de Rioseco, se completa con otra sociedad con sus hermanos Israel y Rubén que se dedica al transporte de piensos y alimentos para la ganadería castellana al servicio de la fábrica zamorana Cobadu. Hergarcar S.L. (Hermanos Carbajosa García) dispone de seis camiones con seis cubas para distribución de pienso y una gabarra cerealera.

Duro trabajo, negra noche

Suena el despertador a la dos y media de la mañana para iniciar nuestra jornada. Es noche cerrada como boca de lobo y una lluvia intensa y bien recibida por las Tierras de Campos conforman el escenario de esta pequeña y breve página del transporte. Balta es culto y buen conversador, por lo que pronto entablamos una charla distendida y amistosa, al tiempo que rodamos los primeros kilómetros. “aunque haya algunas grandes empresas de recogida, este oficio tiene que ser vocacional porque si no vas jo…. A las dos de la mañana no te levantas todos los días del calendario solamente por dinero. Llevo veinte años en esto y me he perdido muchos amaneceres, primero con mi esposa y ahora con mi hija Vega. Trato de compensarlas jugando con ellas en los atardeceres, antes de ir a descansar”.

Hacemos la primera recogida de 3.500 litros en Sanfelismo, ya en la provincia de León para luego hacernos cargo de 15.000 litros en Secos de Porma. Trasteando de retorno a Valderas por la comarcal LE-512 recogemos 2.200 litros en Cabreros del Río y 1.000 en Fresno de la Vega. Carga completa y derechos a buen paso ponemos rumbo hacia Manzer. En todas y cada una de las granjas nuestro amigo tiene que recoger las muestras del producto que serán entregadas en el laboratorio de Manzer para certificar su calidad e higiene.

El “tulipán holandés” rueda ligero y confortable gracias a unas buenas suspensiones neumáticas del tractor y la cisterna. Balta ha elegido un equipamiento muy completo tanto mecánico como de cabina. No en vano es la herramienta de trabajo de este autónomo “curiosín” que lo cuida y mima con esmero.

Arribamos a la fábrica a las 7,30 procediendo a la descarga. Tras la misma nuestro amigo procede a la limpieza escrupulosa de los compartimentos de la cisterna con los detergentes adecuados, al tiempo que libera del barro el exterior del camión. La imagen es siempre un factor importante. Si cuidas tu camión se da por entendido que cuidarás la mercancía que el cliente te ha confiado.

La esperada y bien recibida lluvia continuaba irrigando las tierras y limpiando la atmósfera mientras la claridad lechosa de la niebla se adueñaba de la estepa castellana. Nuestro próximo objetivo es más sencillo y próximo a la fábrica. Con más de mil reses, cuatrocientas ochenta de las cuales son lecheras, una macro granja de Tordehumos, minúsculo pueblecito de Valladolid, cercano a Medina, produce la friolera de veinticinco mil litros de lecha de vaca al día. Hay que alimentar a los ocho mil millones de habitantes de este planeta y ciertamente no se consigue con facilidad. Es un viaje corto de ochenta kilómetros ida y vuelta.

En la instalación tengo oportunidad de observar el ordeño automático y controlado electrónicamente, en el que cada animal está identificado con su correspondiente crotal para un control exhaustivo de la higiene de las ubres y de todo el proceso. Esta operación se realiza tres veces al día.

La leche se almacena en tanques refrigerados de gran capacidad que mantienen la leche a una temperatura y condiciones constantes para su perfecta conservación. Procedemos a trasvasar el “oro blanco” a la cisterna del camión. Para ello la tractora lleva una toma de fuerza que mueve una bomba hidráulica que a su vez acciona otra para el flujo de la leche hacia la cisterna. La capacidad de la bomba es de setecientos a ochocientos litros por minuto por lo que la operación queda solventada en poco más de media hora. Retornamos sin pérdida de tiempo a Valderas y tras la descarga y la consiguiente limpieza de la cuba y el camión dejamos este convenientemente aparcado.

Tarea paralela

Cambiamos de montura para hacernos cargo de otro Daf XF preparado para el hermano menor, Rubén, que se está iniciando en el oficio de sus mayores. No está tan equipado como el de Balta, pero presenta una formidable imagen potenciada por una preciosa batería de faros en el pabellón sobreelevado de la cabina, su ornamentación de la casa con el escudo familiar a ambos lados, las llantas Alcoa pulidas en todas las ruedas y el brillo impoluto de la envolvente de la cuba. Ambos hermanos comparten las tareas turnándose en el empleo de los cuatro camiones asignados a este trabajo, en el que también hay que anotar la recogida de leche de oveja con el Man “cuatro patas”.

Nuestro camión ya está cargado con suero, un producto excedente de la fabricación del queso que vamos a entregar a la empresa Surolait, en el polígono de Onzonilla.

Continuamos en animada charla sobre los últimos acontecimientos del sector, la gran huelga, la fallida del pasado Noviembre y el futuro que nos espera como transportistas. Balta es un hombre preocupado por la deriva que las cosas están tomando, pero con las ideas muy claras, muy definidas y bien estructuradas en su pensamiento. “No soy muy proclive a las frases grandilocuentes, pero la “Plataforma” tenía un lema que era “dignificar el transporte” y en eso estoy de acuerdo. Lo que no admito es que se partan lunas, se pichen camiones y se emplee la violencia. Tiene que haber otros métodos más civilizados para alcanzar ese objetivo”.

Es ya media mañana y la niebla ha dejado paso a un sol radiante que hace tibia la temperatura en el ambiente. En Surolait, Balta se encarama a lo alto de su cisterna, ataviado con el obligatorio arnés de seguridad, para recoger y entregar las correspondientes muestras al empleado que tras un breve análisis en el laboratorio nos da el plácet para descargar. Unos treinta minutos y salimos corriendo como alma que lleva el diablo con la idea de dar por finiquitada nuestra jornada.

Nuestro gozo en un pozo. A la llegada Cayetano Manzano, ejecutivo de la fábrica nos comunica que debemos cargar otro viaje de suero. A mandar. Conectamos con el tanque de almacenaje y procedemos a la carga. Se nos hace tarde pero llegamos a comer al restaurante Buenos Aires, donde pese a la hora nos atienden con solicitud. Tras la rápida comida nos dirigimos a Surolait. Una vez llegados tenemos que esperar un poco porque está “enganchado” un colega a la toma de mayor capacidad; Fernando Velasco que trabaja para Hnos. García en corto recorrido. Se repite el proceso de muestreo y descarga y retornamos a Valderas. Antes de dar por terminado el trabajo lavamos la cisterna y aparcamos el Daf, haciendo conjunto con su gemelo y aprovechando para hacer la foto de rigor. 

Cambio de tercio

La tarea para el día siguiente es de más largo recorrido para lo que nos internaremos a tierras palentinas. En esta ocasión recogeremos leche de vacuno para una gran factoría de elaboración de productos agroalimentarios. Se trata de Queserías Entrepinares que le ha confiado a “Vegatrans 2016 S.L.”, la recogida en territorios de Palencia del producto de sus ganaderos. Vegatrans es la sociedad que Balta ha creado con el nombre de su tesoro más preciado que es su hija Vega.

Esta vez no fue necesario “poner las carreteras” puesto que arrancamos de la noble ciudad de los Almirantes de Castilla a las siete y media de la mañana. Transitamos la CL-612 a buena marcha. La cisterna eleva el 1er y el 3er eje por lo que “curveamos” con la estabilidad y el confort de un turismo. Hay tiempo para la conversación y deshacer y recomponer varias veces del transporte en la cálida atmósfera del Daf. Es tiempo de complicidades y confesiones. Balta tiene muy clara cuál es su filosofía profesional. “Este oficio es ciertamente vocacional. Pero tiene que permitirte ganar la vida dignamente para compensar tanto sacrificio como el que entregamos. Tenemos el sambenito de que el autónomo ha de ser de goma, soportando impasible todas las veleidades del sector. Y no. Como cualquier empresa tiene que ser rentable y que esta rentabilidad te posibilite una calidad de vida. Que a nadie se le olvide que el autónomo, con cuyo sacrificio se genera mucho más empleo que las grandes empresas o las grandes cadenas, es la pieza clave en esta actividad”.

La niebla espesa envuelve el entorno. En las proximidades de la granja una vetusta iglesia medieval de varios estilos arquitectónicos es testigo de nuestra primera carga. Para llegar al ganadero tenemos que vadear un río que afortunadamente no corre con mucha agua. Cargamos en un periquete para dirigirnos a Grijalba donde nos hacemos esperan otros once mil litros. Media carga está en la cisterna. Tan solo nos quedan dos. La primera de ellas en Guadilla de Villamar donde nos aguardan dos litros y cerramos la recogida con ocho mil litros en Melgar de Yuso.

Casi a la una de la tarde llegamos a las instalaciones de Entrepinares. Son unos cuarenta camiones los que diariamente descargan leche de varios tipos en sus enormes y voluminosos tanques. Tenemos que esperar a que una de las cuatro dársenas quede libre y después de analizar los cuatro depósitos de la cisterna procedemos a descargar. Taramos vacíos y arrancamos raudos hacia Rioseco. No hace falta levantar los ejes. El semirremolque lo hace automáticamente ante la ausencia de carga.

Muy cercanos a las tres de la tarde aparcamos el conjunto en las instalaciones de Vegatrans, en la N-601 a la entrada de la ciudad viniendo de León. En el restaurante El Polígono nos esperaba otro entrañable amigo, Luis Alberto Garrido, con el que compartimos un espectacular y sabroso cocido castellano. La sobremesa no se alargó mucho en esta ocasión, puesto que había que retornar al Principado. Una buena muestra de quesos Manzer viajó de regreso a casa como un presente gastronómico de este gran profesional y magnífico “lecherín” que expande su laboriosidad y bonhomía por tierras de Castilla, desde esa histórica atalaya que es Medina de Rioseco.

HOJA   DE   RUTA

Primer día

Día 1. Hora 03,00: Arrancamos en de las instalaciones de Manfer en dirección a Sanfelismo, León donde cargamos 3.500 litros.

Día 1. Hora 04,15: Segunda recogida en el pueblo cercano de Secos del Porma con 15.000 litros

Día 1. Hora 05,00: De retorno hacia Valderas por la LE-512 hacemos escala en Cabreros del Río donde nos hacemos cargo de 2.000 litros del preciado alimento.

Día 1. Hora 05,30: Al paso por Fresno de la Vega completamos la carga con otros 1.000 litros de leche.

Día 1. Hora 07,30: Una vez descargada la cisterna y procedido a su limpieza interior y exterior nos encaminamos al cercano pueblo de Tordehumos donde nos aguarda una carga completa de 25.000 litros.

Día 1. Hora 08,30: Completamos la carga en esta granja extensiva que produce veinticinco toneladas diarias de leche que son entregadas a Manzer. Hay que alimentar a 8.000 millones de seres humanos.

Día 1. Hora 09,30: Cambiamos de camión por otro el gemelo que está cargado con suero para entregarlo en Surolait de Onzonilla. Con esta carga terminamos la jornada.

Día 1. Hora 12,15: De regreso a Valderas nos encontramos con la sorpresa de tener que realizar otro viaje extra de suero. Nada que objetar. Bienvenido sea el trabajo.

Día 1. Hora 15,00: Hacemos un breve alto para comer en el restaurante Buenos Aires de Onzonilla. Pese a la hora nos atienden con solicitud.

Día 1. Hora 16,15: Llegamos a Surolait con el segundo de la jornada y nos encontramos con otro colega descargando; Fernando Velasco que también transporta suero en ámbito regional.

Día 1. Hora 18,30: Ya sin luz aparcamos nuestra montura en Manzer, lavamos el conjunto y marchamos con él hacia Medina de Rioseco. Fin de jornada. Recorrido total 485 kilómetros

 Segundo día

Día 2. Hora 07,30: Hoy es un día relajado en el que no es preciso madrugar. Nos encaminamos por la CL-612 hacia tierras palentinas donde hoy tenemos que recoger para Queserías Entrepinares.

Día 2. Hora 09,00: Tenemos que vadear un río en el pueblo de Villasandino para llegar al ganadero. Nos tiene preparado 4.000 litros con una zona de carga sensiblemente mejorable.

Día 2. Hora 10,00: A tan solo 7 kilómetros, en Grijalba, nos aguardan 11.000 litros en una granja bien preparada. Mientras cargamos el “curiosín” de Balta aprovecha para pasarle la manguera y quitarle el barro al Daf.

Día 2. Hora 10,30: Con el sonoro nombre de Guadilla de Villamar en este diminuto pueblo nos entrega un granjero su cuota de 2.000 litros. Enfilamos hacia el último acto de esta ópera lechera.

Día 2. Hora 11,30: Completamos en Melgar de Yuso con 8.000 litros. La cisterna está a tope y nos dirigimos hacia la capital pucelana por la A-62, también conocida antiguamente como la “ruta de los portugueses”.

Día 2. Hora 12,45: Descarga un poco más lenta en Queserías Entrepinares. Hay cuatro dársenas y tenemos que esperar que alguna quede libre. Nos entretiene el pertinente análisis del producto de las cuatro cargas.

Día 2 Hora 15,15: Fin de la jornada con una comida de confraternización a base de cocido castellano en el restaurante El Polígono de Medina de Rioseco acompañados por el inefable Luis Alberto Garrido. Recorrido total 325 kilómetros.

Texto: Alberto Puerta

Revista Truck

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publicado en la revista Truck

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Numero 177 - febrero 2023

 

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Director de la Revista Truck y Editor de Editorial Primera Línea es el jurado en España del TRUCK OF THE YEAR y del VAN OF THE YEAR

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