Según un informe elaborado por Transyt (Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica de Madrid) y la Fundación Corell, el sector aportó en 2021 más de 16.500 millones de euros a través de impuestos y tasas específicas.

Esta recaudación proviene principalmente del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM), y otras cargas como la ITV, revisión del tacógrafo, autorizaciones administrativas y peajes. En conjunto, estos tributos suponen el 91% de la fiscalidad total del transporte en España.

Comparativa por modos de transporte: un desequilibrio evidente

Frente a esta cifra, el resto de modos de transporte quedan muy por debajo. El transporte aéreo apenas aportó 1.970 millones de euros, mientras que el marítimo se quedó en 700 millones. En cuanto al ferrocarril, considerado el principal competidor de la carretera, el saldo fiscal es incluso positivo una vez descontadas las subvenciones públicas: 1.688 millones de euros netos.

Este desequilibrio fiscal pone en evidencia una política pública que, según los autores del informe, busca trasvasar cuota de mercado hacia el tren de forma artificial, a pesar de que este modo de transporte solo representa el 4% del total de mercancías transportadas en España.

El carburante, el pilar de la recaudación

Uno de los elementos clave en la contribución del transporte por carretera es la fiscalidad aplicada a los carburantes. Solo el IEH y el IVMDH representan casi la mitad del precio final del combustible: un 49,45% en gasolina y un 44,12% en gasóleo. A estos impuestos se suman otros conceptos como el impuesto de matriculación, tasas de circulación, inspecciones técnicas y peajes.

En contraste, otros modos como el ferrocarril, el marítimo o el aéreo disfrutan de importantes exenciones fiscales en carburantes, lo que reduce significativamente su aportación económica directa al sistema.

Carga fiscal desigual e injustificada

El informe recalca que el transporte por carretera soporta una carga fiscal mucho mayor, a pesar de que todos los modos generan costes externos (como emisiones contaminantes o uso de infraestructuras). Sin embargo, solo la carretera los internaliza de forma notable a través de impuestos.

La exención del IEH para trenes, barcos y aviones representa una ventaja competitiva cuestionable, especialmente desde una perspectiva medioambiental. “Los efectos de las emisiones son similares independientemente del modo de transporte”, subraya el documento.

Un monopolio con costes sociales

Actualmente, el transporte de mercancías por carretera representa más del 96% de la cuota nacional, lo que lo convierte en un modo casi monopolístico. No obstante, es también el que genera mayores externalidades: según estudios recientes, los costes externos por tonelada-kilómetro ascienden a 0,038 € en carretera, frente a 0,013 € en ferrocarril.

Esto implica que la carretera produce entre 3 y 5 veces más impacto ambiental y social por tonelada transportada que el tren.

En definitiva, a pesar de este escenario, el informe propone una revisión profunda del modelo fiscal del transporte en España. El objetivo: avanzar hacia una mayor equidad entre modos, lograr una mejor internalización de los costes externos y cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea.

---

¿Te ha interesado esta información?

Suscíbete y recíbelas gratis

Acepto los Términos y Condiciones

Recuerda que puedes darte de baja en cualquier momento

¡¡¡A NOSOTROS TAMPOCO NOS GUSTA EL SPAM!!!

---