Tras la aprobación de las obras en los túneles de Belate y Almandoz en la N-121-A para su adecuación a la normativa europea, actuación que se prolongaría durante unos siete meses a partir de mayo, el tráfico rodado se va a desviar durante la realización de las obras por la carretera NA-1210, el antiguo puerto de Belate. Sin embargo, durante los últimos días, se está especulando con la posibilidad de desviar el tráfico pesado hacia la A-15, medida que ha provocado un rechazo frontal por parte de las asociaciones de transportistas locales Anet y Tradisna.

Las dos asociaciones han redactado un comunicado conjunto con una serie de “reflexiones” sobre las consecuencias de esta medida. De entrada, el desvío supondría un incremento de 36 kilómetros por trayecto, lo que puede encarecer hasta casi 45 euros cada recorrido, cantidad a la que habría que sumar el coste del peaje guipuzcoano, de 10,70 euros. En tiempo, se necesitarían entre 20 y 25 minutos más, lo que puede complicar el cumplimiento de los tiempos de conducción y descanso.

Otros argumentos utilizados por las asociaciones para rechazar esta medida hacen referencia a la complicada orografía de la A-15 para los camiones y el mayor “sufrimiento” que supone para los vehículos; el impacto negativo en los negocios (gasolineras, hostelería, talleres) de los márgenes de la N-121A y sobre la recaudación a cuenta de los impuestos de los carburantes; y la injusta vinculación de los camiones con la siniestralidad en las carreteras, desmentida por las estadísticas de Fomento.

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