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Volkswagen Caddy 1.9 TDI Kombi 4Motion Volkswagen Caddy 1.9 TDI Kombi 4Motion

Volkswagen Caddy 1.9 TDI Kombi 4Motion

Pruebas Escrito por  Martes, 22 Noviembre 2011 09:14 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0
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La variante 4Motion de tracción integral de la Caddy responde a todo lo que se espera de un vehículo de sus características, gracias a un comportamiento excepcional y a una calidad de rodadura fuera de toda duda. Y a ello contribuye especialmente el sistema de tracción total que monta y que hace de la Caddy un vehículo especialmente apto para circular por toda clase de vía sin que su excelente proceder se resienta lo más mínimo.

Luego, presenta el valor añadido de ser el único modelo de su categoría que ofrece esta posibilidad, después de que la nueva generación de la Renault Kangoo desechase por el momento una opción que sí se daba con el la gama sustituida.

Ahora bien, no podemos obviar que el posicionamiento de esta variante 4Motion en el mercado responde casi por completo a aquellas aplicaciones más relacionadas con entornos rurales en los que se precisa de un vehículo capaz llegar hasta donde no lo hace un tracción delantera o trasera, teniendo en cuenta además que dichos entornos tienden a presentar una orografía que se puede complicar por momentos, y que en determinadas ocasiones bien merecen una “ayuda” extra.

Lateral de la Volkswagen Caddy 1.9 TDI Kombi 4Motion

Tecnológicamente perfecta

La “técnica” 4 Motion no se entendería sin el embrague Haldex, un sistema de discos acoplado al diferencial posterior gestionado electrónicamente que, dependiendo de las condiciones de la marcha, dirige la fuerza motriz al eje que presente mayor tracción –en condiciones normales la fuerza va a las ruedas delanteras-, para lo cual utiliza una acoplador accionado de forma electrohidráulica.

El sistema se alimenta continuamente de aceite gracias a una bomba eléctrica –la presión llega hasta los 30 bares-, mientras que una unidad de control se encarga de calcular la cantidad de fuerza a transmitir a las ruedas posteriores, controlando mediante una válvula la presión de aceite que acciona el émbolo del embrague. Ocurre que dicha presión puede ser mayor o menor dependiendo de las circunstancias, pudiéndose llegar a distribuir toda la fuerza de la tracción al eje trasero.

Por otro lado, la adopción de esta tecnología ha obligado a los técnicos de la marca a realizar diversos cambios en el tren posterior. Y aunque sigue manteniendo un esquema de eje rígido con ballestas, tanto éstas como los amortiguadores han sido modificados en consecuencia. En este sentido, los muelles se alojan ahora en unos soportes reforzados encargados de eliminar los ruidos que genera la tracción a través del bastidor.

Excelentes maneras

Lógicamente, el resultado de toda la tecnología que encierra en su interior la Caddy 4Motion tiene su reflejo en su comportamiento durante la marcha intachable que es capaz de transmitir al conductor y a los ocupantes del vehículo una sensación de aplomo y seguridad que se ve incrementada por la presencia del control de estabilidad (ESP) como elemento opcional, de manera que podemos forzar la marcha hasta límites poco conocidos en este tipo de vehículos.

De ahí que resulte complicado sacarle algún defecto a la marcha sea cual sea el escenario por el que transitemos. Por lo pronto, circular por carreteras abiertas y de gran capacidad equivale a hacerlo con una calidad de rodadura muy alta, en base a un tarado que apenas dejan transmitir irregularidades a un habitáculo, en donde la “tranquilidad” sólo se ve perturbada por la excesiva sonoridad percibida cuando marchamos a altas revoluciones.

Pero sin duda la mejor forma de apreciar las bonanzas de la tracción integral se produce en el momento de afrontar vías tipo puertos de montaña o carreteras en los que el perfil resulta más sinuoso de lo habitual. Es en estas circunstancias cuando mejor se aprecia las cualidades de una tracción que sujeta al vehículo al asfalto incluso cuando se fuerza la trayectoria en curvas demasiado cerradas –en las abiertas y rápidas la trazada es simplemente perfecta-. Incluso apenas se mide balanceo lateral de la carrocería a la hora de realizar este tipo de maniobras. En cualquier caso, para corregir posibles malos “hábitos” en el guiado, ya contamos con el aludido control de tracción.

Todo este cúmulo de cualidades se hacen extensibles cuando cambiamos de entorno y nos adentramos en pistas de tierra con firmes en buen estado, en donde la Caddy 4x4 se desenvuelve con una soltura encomiable, y lo que es mejor aún, sin que apreciemos un comportamiento nervioso en ningún momento.

Buen rodador

La 4Motion de la prueba se sirve con el ya conocido propulsor 1.9 TDI de 105 CV –el único disponible para esta variante-, un motor que ya hemos tenido oportunidad de probar y que destaca por ser muy generoso en el trabajo. Pero a diferencia de anteriores ocasiones, la mecánica propuesta venía asociada a una caja manual de 6 relaciones, lo que dicho sea de paso permite circular a ritmos alegres sin que el motor sufra más de lo necesario. De hecho, a 120 km/h con la sexta velocidad engranada la aguja del cuentavueltas apenas se sitúa en unas interesantes 2.400 rpm.

Otra cosa es cuando transmitamos a plena carga -esto es, con los cinco ocupantes y el maletero lleno-, momento en el que no es que se echen en falta unos caballos extras, que también, sino que con un poco más de fuerza y empuje a bajo régimen -hasta las 2.000 vueltas es un tanto apático, ganaría muchos enteros. Ello nos posibilitaría afrontar determinadas maniobras –adelantamientos, incorporaciones a vías, recuperaciones cuando la carretera se empina, etc.- con mayor seguridad.

En cualquier caso no podemos tener queja alguna de un mecanismo, que si bien peca faltarle algo de empaque en determinadas circunstancias, atiende nuestras necesidades en un porcentaje muy, y todo ello con unos consumos bastante ajustados para ser un tracción integral, pues apenas llega a los 6,7 litros a los 100 kilómetros de media.

Completa y equilibrada

La única versión de la Caddy 4Motion disponible en configuración kombi, se ofrece a un precio de 22.985 euros para los profesionales y de 24.017 para los particulares, cantidades que incluyen como equipamiento de serie ABS, ASR, airbags delanteros, elevalunas, cierre con mando y ordenador de abordo entre otras cosas, pudiéndose añadir a este paquete elementos como el control de estabilidad (ESP), el climatizador automático, los faros antiniebla delanteros o el control de velocidad de crucero.

Los motores

Los motores

La oferta de motores permanece invariable en los últimos meses, tras la última aparición del TDI de dos litros y 140 CV de potencia. Aun así, la variante de tracción integral únicamente se ofrece con el propulsor 1.9 TDI de 105 CV y 250 Nm de par máximo; se trata de una mecánica de sobra conocida que destaca por su buen rendimiento –mejor de medio régimen para arriba- y, sobre todo, por su bajo consumo en cualquier tipo de recorrido.

Asociado a esta bancada, la Caddy monta una caja manual tradicional de seis relaciones, en tanto que el cambio Automatizado DSG de doble embrague, por el momento no está disponible para esta versión.

La cabina

La cabina

No varía prácticamente nada la presentación de la Caddy 4Motion con respecto a la que proponen las diferentes variantes que conforman la serie. Tan sólo las versiones Life presentan un acabado más cuidado, como corresponde a una configuración de la parte alta de la gama.

En cualquier caso, se trata de una terminación bastante cuidada, tal y como corresponde a un vehículo salido de las factorías Volkswagen. Y es que todo está perfectamente resuelto, a lo que hay que sumar un buen número de detalles prácticos. Eso sí, el paso del tiempo está empezando a hacer de las suyas, sobre todo si atendemos a los últimos diseños conocidos en algunos de sus rivales en el segmento, todos ellos muy originales.

Zona de pasajeros

Zona de pasajeros

La configuración kombi que propone Volkswagen permite hacer una utilización doble de la Caddy. Si se apuesta por hacer uso de las plazas posteriores, los pasajeros disfrutarán de una banqueta partida (2/3 – 1/3) los suficientemente ancha y con el especio para las piernas justas para encontrar un buen acomodo. En esta configuración, el espacio del maletero resulta bastante amplio –supera los 500 litros-, si bien en caso de precisarse contamos con la oportunidad de retirar la fila posterior por partes, ganando con ello un espacio extra muy aprovechable. Pero si de lo que precisamos es de una zona más “profunda”, bastará con plegar la banqueta por completo, yéndose en este caso el volumen útil hasta los 3,2 m3, mientras que la carga útil se acerca a los 800 kilos.

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Saul Camero

Probador de vehículos comerciales. Redactor especialista en Transporte y vehiculo industrial.

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