La sociedad mundial se está urbanizando con unas previsiones que señalan que en 2030 se superarán los 585 millones de personas viviendo en núcleos urbanos. Una mayor población ciudadana con un paralelo crecimiento del comercio electrónico, que en Europa se cifra en un 15% anual, estima que las mercancías transportadas en este entorno aumentarán un 20% en las próxima década.
Sin embargo, la creciente necesidad de abastecimiento que ya registran las ciudades, y que será aun mayor en décadas futuras, choca frontalmente con un aumento en la rigidez de las normativas de acceso al centro de los núcleos urbanos, debido, por una parte, a la urgencia de combatir los altos niveles de contaminación y, por otra, de la creciente tendencia de peatonalización de los cascos históricos.
Por ello, la distribución urbana, y más concretamente la denominada entrega en la última milla, se enfrenta al mayor reto de las últimas décadas. Como señaló José Estrada, director general del CEL en la jornada que sobre la distribución urbana tuvo lugar en el marco de FurgoMadrid, “es necesario buscar soluciones sostenibles y eficientes”.

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En la actualidad el reparto del último kilómetro corresponde a los vehículos comerciales, que representan un 23% del total de la actividad logística. Y son los fabricantes quienes parecen haber tomado la iniciativa con desarrollos que, si bien hoy, pueden parecer una utopía, sí representan la solución del mañana.
Dos de ellos fueron presentados en la pasada edición de la IAA y ambos, tanto el de Renault como el de Mercedes Benz, parecen señalar un futuro de distribución autónoma, aunque con distintos matices.

El factor humano

La solución que propone Renault se basa en un convoy, formado por una unidad principal y hasta cinco unidades conectadas, que también pueden operar de manera autónoma, separándose del convoy y regresando a él una vez concluido el reparto. Sin embargo, aunque la autonomía es la principal característica de este sistema EZ-PRO, el fabricante galo no renuncia a la parte humana, ya que considera que sigue siendo un eslabón esencial en la cadena de reparto. De esta forma, el modelo de repartidor actual pasa a ser una persona que organiza y supervisa los repartos de toda una flota de vehículos.
Desde la unidad principal, además de realizar entregas, la persona que va al mando puede supervisar y coordinar los repartos de las otras unidades autónomas o centrarse en otras tareas administrativas, ya que el vehículo dispone de funciones de conducción autónoma. También el supervisor de encargaría de la entregas más delicadas. Dentro de este vehículo principal hay dos zonas claramente diferenciadas, una cabina para el responsable del control y una zona de carga para paquetes y mercancía. Ambas con una disposición muy ergonómica.
Por su parte, las unidades conectadas utilizan la misma plataforma que el vehículo principal, pero son modulables de acuerdo con la demanda del cliente o el uso al que vayan destinadas, desde armarios para paquetes pequeños, gran espacio de carga, food truck, o tienda móvil, ya que una de las características de este sistema es su flexibilidad.
Tanto la unidad principal como las conectadas cuentan con tracción eléctrica con el motor situado sobre el eje trasero y con el paquete de baterías bajo el piso. Además, sus cuatro ruedas directrices; la suspensión activa, que permite elevar las unidades varios centímetros para facilitar, por ejemplo, el paso por badenes, o multitud de sensores para controlar todo su contorno, les convierte en un vehículo idóneo para el reparto en el último kilómetro.
Gracias a su conectividad con las infraestructuras, a través de la tecnología V2X, el Renault EZ-PRO planifica de forma automática los itinerarios de sus unidades en función del tráfico, los semáforos o la disponibilidad de plazas de aparcamiento en el destino.

Conducción autónoma

Mercedes Benz  lleva años desarrollando diferentes sistemas en busca de una distribución más sostenible y eficiente. Las primeras investigaciones llevaron a la marca alemana a presentar soluciones mediante robots y drones, que facilitarían las entregas en la última milla. Sin embargo, su último desarrollo apuesta claramente por la distribución totalmente autónoma.
Su concepto de movilidad Vision Urbanetic se basa en chasis accionados eléctricamente a los que pueden acoplarse diferentes cajas para el transporte de pasajeros o de carga. De esta forma, una sola plataforma puede acometer distintas utilizaciones.
Como vehículo para pasajeros, puede transportar hasta 12 personas, mientras que el módulo de carga cuenta con piso de carga variable, divisible en dos niveles, con un volumen de 10 m3 y capacidad para diez palés, en un espacio de 3,70 metros de longitud.  La modularidad de este vehículo permite equipar sistemas de carga completamente automatizados y utilizarse como estación móvil de paquetes para entregas en la última milla.
Al contrario que la solución presentada por Renault, el concepto Vision Urbanetic no incorpora la asistencia humana, sino que equipa tecnología de información (TI), que analiza en tiempo real la oferta y la demanda en un área definida de forma totalmente autónoma. De esta forma, es el propio vehículo el que analiza las diferentes situaciones, adaptando las rutas para lo que emplea información de tráfico en tiempo real.  El sistema TI también integra la gestión de flotas, para un uso en áreas restringidas como unas instalaciones fabriles, aeropuertos o tráfico en carretera.
La ventaja del concepto de Mercedes Benz es que, salvo los períodos de recarga y trabajos de mantenimiento, los vehículos pueden operar las 24 horas del días los 365 días del año.

Las cifras de la última milla

• En 2030 el 78% de la población europea vivirá en ciudades
• Su coste se valora en 86.000 millones de dólares/año
• Los repartos urbanos crecerán un 20%  hasta 2030
• Representa entre el 35 y el 50% del coste de la entrega
• La logística es el 23% en el mercado del vehículo comercial.
• El e-commerce crece un 15% cada año

La propuesta Mercedes Benz

•    Conducción totalmente autónoma
•    Una sola plataforma para viajeros y mercancías
•    Módulos intercambiables
•    Integración en un  sistema de información (TI)
•    Tracción eléctrica

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