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Grúas TSME Reportaje

Reportajes Escrito por Redacción Camión Actualidad Jueves, 19 Enero 2017 01:00 tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente 0

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Joan Mérida, al que visitamos en su empresa TSME en Vallirana (BCN), se ha doctorado en gestión empresarial saltando de la cabina de un camión al despacho de la empresa familiar que ha pilotado en estos tiempos abundantes en movimientos y sorpresas, donde las enseñanzas se adquieren de un modo tan o más vivo que en cualquier aula.

Precisamente la sorpresa es algo estrechamente ligado al tipo de transporte con el cual Joan ha hecho que su empresa crezca en el área de Barcelona, hasta reunir un total de 42 vehículos entre flota propia y contratada, de los que 14 son camiones propios.

El propio Joan nos lo explica: Aquí nos dedicamos a ofrecer servicio a grandes empresas, tanto de construcción como de servicios municipales, mantenimientos industriales, etc. Esto hace que debas tener una flota y unos profesionales preparados para todo lo que te puedas esperar y algo más, porque lo cierto es que en cualquier momento te llega un cliente para el que igual llevas 20 años trabajando y te pide algo totalmente distinto a lo que has visto hasta el momento.

De casi todo en casi cualquier lugar

Y lo cierto es que, simplemente repasando el álbum donde orgulloso Joan Mérida conserva memoria gráfica de algunos de sus últimos servicios, nos queda claro que en TSME la capacidad de sorpresas es algo puesto a prueba muy a menudo. Hemos cargado -nos dice- desde material ferroviario hasta aviones y helicópteros en nuestros camiones. Además, eso no es lo único que te puede complicar el trabajo, porque cada tipo de mercancía se ata de un modo distinto para que viaje seguro, sino que nosotros casi nunca hacemos la carga y la descarga sean en muelles normales de carga.

Y es que según nos relata Joan, sus trabajos implican tanto acceder a la bodega de un barco como al interior de un centro comercial, o tener que maniobrar con el trailer por un parque ajardinado para acercar la nueva iluminación. A veces -enfatiza-, de entrada piensas que el acceso es imposible, pero entonces te paras a pensar, preguntas al cliente si disponen en la zona de alguna grúa fija y resulta que es posible buscar un camión tuyo con la medida justa para hacerlo entrar por el techo de una nave industrial en obras.

Se trata, por tanto, de un trabajo de lo más variado, pues igual en un mismo día tienen un tres ejes descargando casetas para los socorristas en las playas de Barcelona, otro que lleva una avioneta a un instituto de F.P. Mecánica, y que habrá que hacerla entrar por el techo desde el patio del colegio, mientras con un tercero se va viendo cómo cargar una máquina de tren en un trailer.

El punto fuerte de TSME es el servicio a la industria y centrados en movimientos raros o especiales. Y todo eso buscando la máxima seguridad en las manipulaciones y evitarle problemas al cliente. Hacemos un servicio Llaves en mano, le recogemos al cliente la mercancía y se la dejamos ya instalada donde se necesite.

Flota variopinta

Aunque en los inicios de Grúas y Transportes Mérida allá por 1965, con el padre de nuestro protagonista de hoy al frente, la flota se reducía a un voluntarioso Pegaso Europa 1065L y con grúas desde los últimos 25 años aprovechando la actividad previa al 92 olímpico, lo cierto es que la variedad de cometidos a desarrollar ha hecho que en esta empresa convivan camiones de todo tipo, desde un chasis cabina ligero de 3,5 toneladas hasta un trailer de transportes especiales con tractora tres ejes 6x4 con grúa pluma incluida.

Tienes que tener el camión adecuado a cada tipo de servicio -afirma Joan-. Algunos son simples plataformas sin grúa, otros tautliner y la mayoría, tanto rígidos de hasta cuatro ejes como tractoras, llevan su propia grúa para facilitar la autocarga y descarga. A veces no transportamos nada, simplemente accedemos a un lugar donde hace falta una grúa de tantas toneladas o tantos metros de alcance donde el cliente debe manipular todo tipo de estructuras. En el pasado en este trabajo se dependía mucho de la construcción, que con su gran boom daba muchísimo trabajo, pero con el tiempo hemos sobrevivido dando todo tipo de servicios tanto en el área industrial como a empresas de mantenimiento o de montaje de todo tipo de eventos y estructuras. No le decimos que no a casi nadie, últimamente incluso tuvimos que subir unos coches a la terraza de un hotel para una presentación de una gama de automóviles.

En cuanto a la flota, lo cierto es que aquí vemos como conviven modelos de casi todas las marcas, Iveco, MAN, Mercedes, Scania... Desde luego no tenemos una flota unificada, además nuestros transportistas autónomos tienen cada uno de ellos sus preferencias, pero incluso en nuestros propios camiones los hay de todas las marcas. A nosotros nos pasa que buscamos modelos tan concretos que a veces das la vuelta a todos los concesionarios para encontrar lo que necesitas. Y entonces sucede que si diste con el tres ejes ideal para una grúa pluma con plataforma y chasis 6x4, el siguiente que necesitas es una tractora lo más corta posible pero que permita montar grúa. Y uno lo encontraste en Iveco y el siguiente en Mercedes. ¡Así vamos!

Vista la experiencia no podemos dejar pasar la oportunidad para que Joan opine de las diferentes marcas que tiene trabajando en su plantilla: En largo recorrido nos va muy bien con MAN y DAF por su bajo consumo. Contra lo que muchos opinan puedo decir que los Iveco son de los más duros; que para encontrar modelos raros, con características muy concretas, está Mercedes y que los Renault son simples de reparar y muy buenos en el reparto más de batalla diaria.

Para Joan lo importante es encontrar el camión adecuado para cada utilización. Eso nos pasó con un Scania 8x4 con una grúa de gran tonelaje montada y plataforma. Fue un problema de no dar con la configuración adecuada del vehículo, porque nos ha quedado con una relación de puente que le hace consumir de más en los desplazamientos y con muy poca carga útil. Pero vamos aprendiendo y aún así es un camión que nos sirve para acceder a cargas muy complicadas porque lleva instalada una de las mayores grúas de la empresa, con 35 metros de alcance. Pero claro es un camión de 32 toneladas que tara 29 toneladas en vacío. En nuestra flota más que una capacidad máxima buscamos que los vehículos sean muy versátiles para poder responder a las tareas tan dispares que nos piden. También tenemos un camión de sólo 8 metros de longitud, pero su grúa alcanza 30 metros.

Según nos cuenta Mérida, en su empresa la vida útil de un camión es más larga que uno de carretera, con una duración media en torno a los 8 años haciendo en total entre 300.000 o 400.000 kms, pero con muchas horas motor y más desgaste en embrague que en otra cosa. Los neumáticos, por ejemplo, se cambian por cortes y daños, no por desgaste de kilometraje. Sólo las plataformas se agotan por kms. El sistema de gestión del vehículo controla el mantenimiento por horas de toma de fuerza, los kilómetros son secundarios.

Lo último, para acceder prácticamente a cualquier lugar es la minigrúa autopropulsada: Ya tenemos una unidad que simplemente la descargas del camión, la propia grúa lleva unas cadenas y la diriges donde sea. Con ella podemos trabajar en lugares que hasta hace muy poco eran realmente inaccesibles para estos equipos y así al cliente le evitas que, por ejemplo, para cambiar unos equipos de frío o de aire acondicionado necesite tirar una pared para que tu camión grúa pueda trabajar.

Un trabajo en alza

La actividad de TSME está ligada a la industria, sobre todo a empresas instaladoras de equipos, repartiendo su trabajo entre un 60% en el área del Barcelona, otro 20% en Cataluña y el resto atendiendo a clientes a nivel nacional. Tras unos años duros, donde golpeó la crisis, Joan nos dice que ahora las cosas se ven de otra manera. Vemos que estamos ya en una fase de estabilidad en el trabajo y de hecho este 2016 estamos cubriendo los objetivos que nos marcamos.

Sin embargo, para esta empresa, como para el resto, la actual incertidumbre política representa momentos de incertidumbre. Esperamos que se mantenga la tendencia al alza -nos señala Joan Mérida-, porque en este sector la crisis hizo mucho daño. Ahora empezamos a tener clientes nuevos, aunque en Catalunya llevamos ya 6 años de parón total en infraestructuras. Nuestra gran suerte es la gran variedad de clientela que tenemos, desde industria a empresas organizadoras de eventos, pasando por la construcción.